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AMORES TÓXICOS | EMILIO (4) FINAL

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AMORES TÓXICOS EMILIO (Última actualización: Julio 1/2016) FINAL Hola, bienvenido/a y gracias por venir, si no has leído los capítulos anteriores te los dejo aquí: Emilio (1) Emilio (2) Emilio (3) Por: Ocairi Mayén IV. Un amor eterno -            -  ¿Quién carajos es “Rodri”?... ¡Vamos, caramba, responde!... Le arranqué la cinta de la boca, llevándome en el adhesivo algunos bigotes suyos. Pegué mi rostro de frente al suyo, fue hermoso ver cómo se fundieron nuestras lágrimas y sé que supo con la misma firmeza que yo que nuestro romance pasaría de nivel ese mismo día. Ninguno habló, sólo le desnudé, así atado lo besé, tuvimos sexo, mi mirada y la suya se encontraron a cada momento; sus ojos miel me miraban llenos de miedo, mis ojos le correspondían llenos de rabia, de decepción, de ese sentimiento que te invade cuando sabes que es la despedida, que tal vez te vas a arrepentir siempre pero que de momento es lo mejor que puedes hacer, e

AMORES TÓXICOS | EMILIO (3)

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AMORES TÓXICOS EMILIO (3) (Última actualización: Junio 15/2016) ¡Hola, bienvenido/a y gracias por venir, si no has leído el primer capítulo te lo dejo aquí:  Emilio (1)  y si éste ya lo leíste pero el segundo no, aquí está:  Emilio (2) ! Por: Ocairi Mayén III. Vida en pareja Creí que nunca despertaría, llevaba dos semanas inconsciente y aunque las heridas en su cabeza lentamente sanaban, aún parecía estar en peligro su vida. Por una parte, si él quedaba por siempre así, lo tendría para mí sin que abriera la boca y arruinará el momento. No entiendo por qué pero en mi mente era más perfecto que lo que Emilio era en verdad. Sí, me seguía pareciendo el más guapo del mundo, pero odiaba su actitud hostil hacia a mí y más detestaba la idea de que ni siquiera se hubiese planteado la posibilidad de amarme, de quererme sinceramente. Insisto, no me molestaba la idea de que él siguiera, como hubieran dicho los médicos –si lo hubieran tratado, claro- en “coma” porque

AMORES TÓXICOS | EMILIO (2)

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AMORES TÓXICOS EMILIO (2) (Última actualización: Junio 15/2016 ) ¡Hola!, si es la primera vez que lees mi blog, bienvenida/o, y gracias por venir,  ésta es la segunda parte de un cuento mío de la categoría de Amores Tóxicos, si no has leído el primer capítulo, aquí te dejo el enlace:  EMILIO (1) II. El desafío De camino al museo lo tomé de la mano y le comencé a señalar todas las cosas bonitas que iba viendo por la vereda, que si una estatua de piedra de un hombre sobre su caballo, que si la bandera enorme hondeando con orgullo cual insignia de nuestro país, que si la Catedral de San Drogón, del que pronto sería su fiesta así que había gente adornando las calles aledañas en su honor, seguro que de noche se vería fantástico. Me sentía como una niña, emocionada por todo lo que estaba viendo y él sólo caminaba con prisa y callado. Eso me molestaba porque parecía no darse cuenta de que estábamos compartiendo un hermoso momento juntos: nuestra primera cita.

AMORES TÓXICOS | EMILIO (1)

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EMILIO (Última actualización: Junio 14/2016) I. El inicio de una singular historia de amor Por: Ocairi Mayén Desde la primera vez que lo vi me pareció el hombre más guapo del mundo. Era difícil saber si existía, cuando se trata de una imagen de Internet siempre desconfío por aquello del retoque de Photoshop y más complicado era saber si en verdad se prostituía o si sus fotos estaban por suerte en una página de contactos para contratar sexoservicio por la venganza de alguna ex maniaca. Yo lo haría. Aunque mis posticks digan que la venganza se sirve en dos vasos: el que prepara el té y el que lo bebe; aún no me convenzo de que no sea algo bueno, vamos, que la represalia algún arte debe ser, purifica el alma. Por el momento no quería saber si era verdad o mentira, ya tenía una nueva ilusión o fantasía en mente. Quería que el hombre perfecto me amase y que estuviera conmigo siempre, y él, Emilio, físicamente era ese hombre. Con su apariencia y las ideas de lo qu

TRAICIÓN

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TRAICIÓN Por: Ocairi Mayén ¿Acaso soy la única con una cabeza que la sabotea? Ese momento fatídico en el que te miras al espejo sin reconocer el reflejo. No, no eran los planes que tenía para mí. No soy la sombra de lo que fui, menos de lo que intenté ser. Soy… ¿Quién soy? En el campo de las Ilusiones mil noches me soñé, cuando  despertaba la realidad me azotaba. ¿Entonces mis sueños? ¡Ja! Era mi mente macabra, seduciéndome con deseos de lo que en realidad quería mi alma.

FINAL: EL SILENCIO DE ÁSTRAPAR (4)

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EL SILENCIO DE ÁSTRAPAR (4) *Si no has leído la primer parte, está aquí: EL SILENCIO DE ÁSTRAPAR (1) **Si leíste la primera pero no la segunda, aquí está: EL SILENCIO DE ÁSTRAPAR (2) ***Si sólo te falta leer la tercer parte, es está: EL SILENCIO DE ÁSTRAPAR (3) por: Ocairi Mayén IV FINAL Desperté debido a los gritos de horror que escuchaba de lejos, me sentía agotado y sin energías ni siquiera para levantarme del piso, lo último que recordaba era haber visto a la lumbre violeta de los ojos de aquél “algo”. Junté todas mis fuerzas para ponerme de pie y entonces una sombra se me acercó, yo no sabía dónde estaba, y me hubiera valido más no enterarme nunca. Aquella fuerza magnética que emanaban esos seres me movió en los aires sin necesidad de mi autorización, y me arrastró hasta una habitación más grande pero igual que la primera  que vi y también parecida a donde me encontraba segundos antes pero ésta formada de mercurio líquido rojo que oscurecía y

EL SILENCIO DE ÁSTRAPAR (3)

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EL SILENCIO DE ÁSTRAPAR (3) **** **Si no has leído la primer parte de la historia, aquí está:  EL SILENCIO DE ÁSTRAPAR (1) ***Si leíste la primer parte pero no la segunda, aquí está:  EL SILENCIO DE ÁSTRAPAR (2) Por: Ocairi Mayén III Comencé a silbar una tonada de mi tribu, la canción del auxilio, quería que ese “algo”, fuera lo que fuera, supiera que no estaba solo y que tarde o temprano, esperaba yo que pronto, los míos vendrían por mí. Sin embargo mi canción estaba sirviendo para firmar mi sentencia, las sombras dejaron de andar y me sentí intimidado por los ojos que no miraba pero sentía posados en mí. Dejé de lado la pantera, me levanté y corrí desesperado en dirección contraria al lugar donde provenía la luz. No me sirvió de mucho, el miedo te hace cometer errores, caí sobre mis rodillas, delante de mí “algo” se detuvo, no vi pies, pero sí un especie de manto luminoso que sugería ser tela.